lunes, 27 de julio de 2009

Circulando por ahí

Se me ocurre

Estoy por pensar que la vida es bastante circular.

Debe ser porque tengo 33 y se diría que, de acuerdo con los cálculos según los cuales nuestra expectativa de vida en Colombia, a 2008, es de 72 años en promedio, estoy acercándome a la mitad de mi existencia. (Nada garantizado, por supuesto). El caso es que, en distintas situaciones, he sentido que llegué a la mitad de la circunferencia y que me estoy devolviendo, por otro camino, en otra curva, pero devolviéndome al final de cuentas.

Sucede que ya son cuatro los viejos conocidos y amigos que por razones diversas han reaparecido en mi vida. Uno, novio de la secundaria, es hoy agente de tránsito y me alcanzó a ver en estos días desde un semáforo. Otro, amigo de la universidad que dejé de ver hace siete años, fue sugerido en facebook (que raramente uso) por un amigo común. Uno más, colega con el que trabajé en el 98, coincidió conmigo este fin de semana en un curso de escritura. Y otro, compañero del colegio al que había visto por última vez en diciembre de 1991, consiguió por fin con otra amiga mis números de teléfono.

Soy consciente de que es altamente probable que eso nos pase a todos en algún momento de la vida, ¿no? Pero no deja de inquietarme. Incluso porque estos reencuentros suceden justo en un momento en el que siento que también me he comenzado a despedir de otros, viejos y sostenidos, amigos con los que ya no podré caminar al mismo ritmo, que se han hecho esposos o padres de familia o que decidieron su rumbo traspasando fronteras.

No pretendo concluir nada al respecto; sólo dejar expresado el grado de afectación que me produce lo que me está ocurriendo, una emoción de seguro pasajera, placentera por un lado, penosa por el otro. Una pregunta por lo que seguirá en este camino, si a ese punto cualquiera vamos o volvemos. Una sensación agridulce mientras transito esta línea, nunca recta, no sé si curva, pero siempre ondulante, que es la vida.

3 comentarios:

Víctor dijo...

Gloria: a mí me encantan esas "circularidades" de las que hablas. El otro día se me cerró un pequeño círculo; naufragando por la red encontré un blog que te recomiendo http://tomandocartas.blogspot.com en el que el señor Cartero dice haber guardado durante años cartas que nos va a ir ofreciendo poco a poco. Al cabo de un par de días, en otro naufragio internauta, encontré una noticia que cerraba el círculo: un cartero de Chile había sido detenido por guardar las cartas que no repartía a causa de un enfado con su jefe (http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/448452.cartero-guardaba-mas-de-5-000-cartas-sin-repa.html).

¿Casualidad o causalidad? ¿Simple azar o causa-efecto? Da lo mismo; lo importante es disfrutar esos momentos. Y confia en que existen también los círculos concéntricos.

Saludos lelos!!!

Gloria Estrada dijo...

bacano tu aporte Víctor. pillé la nota, ese cartero de Chile da para escribir un buen cuento! jaja
Yo creo que la mayoría se trata como cargas o cosas que se equilibran por algún lado, en algún sitio, de las maneras más impensables a veces...

en fin, lei tu cuento Fama efímera, me gustó, te comparti algo allí en un comentario.

un saludo.

gustavo amaya dijo...

Es bueno y grato saber que asi como a uno le da alegria encontrarse con alguien tan especial como tú, tambien lo recuerden de una forma especial.
Gracias por tenerme en cuenta en tus publicaciones.