martes, 22 de septiembre de 2009

Dos

Me estaba hablando sin parar de lo bueno que había pasado durante sus años de universitario, de las rumbas, del ron, de las viejas. Bueno, no sé de qué más. Yo me perdí, estaba pensando en otra cosa, mejor, en otra persona. Mientras José hablaba sin fin yo me puse a pensar en Manuel, en qué pasaría si entrara ahora por esa puerta giratoria del hall del hotel con alguna mujer de la mano. Me preguntaba si se acercaría a mí como lo hace siempre que nos vemos, que me coge la cara entre las manos y me da un beso con ganas en la boca.

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